Sabemos que no hay efecto sin causa. Cuando vemos una casa, un coche o una mesa, pronto pensamos que la casa la han construido unos arquitectos y unos albañiles, el coche unos mecánicos y la mesa un carpintero. Igualmente cuando observamos el espectáculo de la tierra, el sol, los animales y las plantas, pensamos que todo esto alguien lo ha hecho. La causa primera del universo se llama Dios.
– El universo no ha podido crearse a sí mismo, porque una cosa que no existe todavía no puede obrar y por tanto no puede darse la existencia. La ha creado Dios.
– El universo no es obra de la casualidad, puesto que la casualidad no existe y no puede producir nada.
(Pintura: Descanso en la huida a Egipto. PATENIER, Joaquim. Museo del Prado. Madrid)