
El material escolar es algo de uso tradicional en la escuela, pero en el transcurso de pocos años se ha visto enriquecido enormemente con las aportaciones de la técnica.
Tradicionalmente el libro viene constituyendo algo así como el centro de las actividades escolares.
No hay por qué pensar que el libro haya de ser desterrado por los modernos medios de comunicación. Sin embargo, la necesidad de adaptar las necesidades escolares a las condiciones de cada alumno, exige un cambio de concepto y en la elaboración de los libros escolares.
Atendiendo al proceso completo de aprendizaje, en una educación personalizada debería contarse con los siguientes tipos de libros: libro guía de trabajo, de estudio, de lectura, de referencia y libros o cuadernos de control.
Si el objeto del aprendizaje es la realidad fácilmente se acepta la idea de que el enfrentamiento de los escolares con los objetos reales es más eficaz que la presencia de las representaciones gráficas o las descripciones verbales. De aquí el valor de las cosas reales como material de enseñanza y aprendizaje.
El mundo que rodea a la institución escolar y a los estudiantes mismos ofrece una multitud de elementos materiales que pueden ser utilizados como auxiliares de la educación.
En primer lugar, cosas naturales: tierras, piedras, minerales, plantas o sus partes (hojas, raíces…) y algunos animales.
En segundo lugar, productos manufacturados, entre los que se pueden comprender desde cosas corrientes como cuerdas o telas hasta ejemplares de alfarería.
Luego, el material representativo de la cultura y las preocupaciones humanas como revistas y periódicos.
En el apartado de proyecciones fijas se incluye el proyector de diapositivas, el proyector de cuerpos opacos, el proyector de filminas y el retroproyector.
Entre los de proyección móvil se incluyen todas las posibilidades que el cine y el vídeo ofrecen a la educación.
Tal vez el magnetófono sea, junto con el retroproyector el aparato más útil dentro de la escuela. Su valor educativo radica en que se puede sustituir en muchas ocasiones la presentación verbal hecha por un profesor.
La informática se está introduciendo progresivamente tanto en los Centros de enseñanza como en las familias y muchos alumnos tienen en su casa ordenadores compatibles que los utilizan principalmente para correr juegos y en menor medida para utilizar procesadores de textos y programas educativos.
Se puede aprovechar este medio didáctico con la finalidad de que los alumnos realicen ejercicios complementarios a los del libro de texto, utilizando el ordenador del Colegio o el de su casa. Los programas educativos son interactivos con el escolar, de forma que el ordenador pregunta y el alumno contesta, siendo evaluado por el programa. Los programas suelen grabar los aciertos y los fallos de los alumnos y tienen elementos de motivación, como música o gráficos atractivos a los chicos.