Lección de SER ESPOSOS 2

Los elementos esenciales del matrimonio son tres: unidad, indisolubilidad y fecundidad.

    – La unidad quiere decir que el matrimonio es la unión de un solo hombre con una sola mujer.

    – La indisolubilidad quiere decir que el vínculo conyugal no puede desatarse: “Lo que Dios unió no lo separe al hombre” (Mt 19,6). Esto es así por varias razones: por el bien de los hijos; por el bien, la felicidad y seguridad de los esposos, que desaparece cuando el divorcio se introduce en la sociedad; y por el bien de toda la sociedad humana pues las familias sólidas y estables son la garantía del orden y bienestar de la sociedad y de los individuos. Por tanto, el divorcio es un gran mal, aunque la Iglesia puede conceder la nulidad en casos especiales.

    – La fecundidad quiere decir que un fin del matrimonio es tener hijos y educarlos. Dijo Dios: “Procread y multiplicaos y llenad la tierra” (Génesis 1, 27-28).

    Un fin secundario del matrimonio es que se ayuden entre sí los esposos porque “no es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda semejante a él” (Génesis 2,18).

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