Lección de Un respeto, señoritas 3

Algunos piensan –sin razonarlo mucho- que no hay nada mejor que la coeducación. Y no se dan cuenta de que cosas como estas se podrían evitar en la educación separada de los sexos, que vuelve a ponerse de actualidad. De esta manera se conseguiría que ellas no estuvieran tan pendientes de coquetear y de presumir de su cuerpo, puesto que no van a estar con los chicos; y a éstos se les evitaría la continua excitación de la sexualidad, especialmente sensible en la adolescencia en la que están inmersos.

   Estos problemas son problemas de todos: es necesario que haya directores con autoridad, y que les apoyen los inspectores y la Administración; que los padres exijan y que las madres eduquen en el pudor a sus hijas; y que las alumnas sepan, que ya lo saben, que no pueden ir de cualquier manera pues así van provocando y perdiendo, por tanto, su dignidad.”

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