Son verbos reflexivos cuando la acción recae sobre el mismo que la ejecuta. Ejemplos: yo me lavo la cara, Juan se peina, tú te diviertes.
Son verbos recíprocos cuando hay un intercambio de acción entre dos personas o cosas. Ejemplos: Tú y yo nos ayudamos, mi tío de Alemania y yo nos escribimos, Juan y Arturo se pegan.
Tanto los verbos reflexivos como los recíprocos se forman con la ayuda de los pronombres personales: me, te, se para el singular y nos, os, se para el plural.
Seleccionar si estos verbos que están entre paréntesis son reflexivos o recíprocos.